miércoles, mayo 30, 2007


AZUL RARO
2 parte
Por despertar de la mejor siesta domingera.
Un día transparente, tierno, sin defensas.
Como si hubiera hecho el amor toda la noche.
(Gracias por Jorge Campero).
Felicidad Clandestina
"¿Cómo contar lo que siguió? Yo estaba atontada y fue así como recibí el libro en la mano. Creo que no dije nada. Cogí el libro. No, no partí saltando como siempre. Me fui caminando muy despacio. Sé que sostenía el grueso libro con las dos manos, apretándolo contra el pecho. Poco importa también cuánto tardé en llegar a casa. Tenía el pecho caliente, el corazón pensativo. Al llegar a casa no empecé a leer. Simulaba que no lo tenía, únicamente para sentir después el sobresalto de tenerlo. Horas más tarde lo abrí, leí unas líneas maravillosas, volví a cerrarlo, me fui a pasear por la casa, lo postergué más aún yendo a comer pan con mantequilla, fingí no saber dónde había guardado el libro, lo encontraba, lo abría por unos instantes. Creaba los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad. Para mí la felicidad siempre habría de ser clandestina. Era como si yo lo presintiera. ¡Cuánto me demoré! Vivía en el aire... había en mí orgullo y pudor. Yo era una reina delicada. A veces me sentaba en la hamaca para balancearme con el libro abierto en el regazo, sin tocarlo, en un éxtasis purísimo."
(fragmento de Clarice Lispector, Brasil)


sábado, mayo 26, 2007

Carta para Castro de una Admiradora
(aquí va su carta publicada -Cuba.La Habana´06-)
¡Amiga! Sabes tengo urgencia de hacer llegar este escrito a Dear Fidel:
Mi nombre es Clotilde Bronson. Soy una anciana de 92 años que sigue su trayectoria revolucionaria desde un pueblito perdido en Silicon Valey. Presumo que tú no tienes ni la más puta idea de dónde está Silicon, pero no me importar nada de eso, yo te amo Fidel.
Mañana es San Valentín y me decidí a escribirte. Tú tienes 78 años y cumples este año 79, te veo viejo y acabado, eres un pellejo, pero te amo Fidel. La primera vez que supe de tus locuras fue cuando aquel periodista norteamericano subió a las montañas a entrevistarte. Te vi en la televisión cochino y lleno de esos tabacos apestosos en los bolsillos de tu camisa que me enamoré. En la residencia de ancianos donde vivo yo, tengo para mi una habitación y allí, en una pared tengo colocada una foto tuya. Te prefería desnudo, así que mandé a hacer un montaje y te han puesto un cuerpo y apareces en pelotas con el dedo índice de la mano derecha levantado, muy provocativamente, mientras el de la mano izquierda, el índice también, te lo introduces por el ojote de tu culo. Esa parte no se ve, pero quien tenga imaginación lo podrá hacer.
Estaba casi para casarme con un buen hombre, pero renuncié. Prefiero masturbarme con tu foto o con una réplica del fusil que usaste en las lomas. Ese es mi consolador. Tiene la forma de una metralleta y me la meto por mis partes. Te amo, no puedo remediarlo Fidel. Casi nos queda poco para reunirnos. En el cielo. Aunque creo que por las trastadas que has hecho no pases ni por allí, vas directo al infierno.
Soy una vieja soltera y mi amor platónico eres tú, nunca me casé porque ningún hombre se ajustaba a ti. Estoy muy mal, me han operado más de 25 veces y tomo más de cuarenta píldoras diarias. Me dicen la Marilyn Monroe de este asilo perdido en Silicon Valey y aún te sigo amando.
Amo los hombres apocalípticos y esa idea de hacer saltar todo por los aires es magnífica, grandiosa. Eres un viejo loco. A mi me gustan los viejos así, y ahora que te operaron de la rodilla más, las cicatrices son muy sexys. Un hombre sin cicatrices en el cuerpo es un hombre que no ha vívido. Tú las tienes en la mente y en el físico. Eres un gran hombre Fidel.
Antes de morirte mátalos a todos y acaba. Yo antes de morirme pienso llevarme unos cuantos por delante. Yo pienso que a ti últimamente te han cambiado las pastillas que tomabas. Antes, hace unos días decías en tus discursos que iban a invadir Cuba, que te querían matar, y ahora hablas de que Bush quiere matar a míster Chávez. Dile que te las cambien rápido, a mi me pasaba igual, yo pensaba que comida mía envenenada, fijé esa idea. Y eran las pastillas, pero cuando se dieron cuenta ya había estrangulado a la cuidadora de la residencia, la que me repartía los alimentos.
Ohh, Cristo, fue horrible. La cogí por el cuello. Menos mal que míster Bush vive lejitos de tu casa, sino tú ya hubieras cogido por el cuello a él y eso a nivel internacional se viera feo.
Perdona mi mal español, como ves, me llamo Clotilde Bronson porque soy hija de un hispano con un norteamericano. Tremenda liga. Me ha permitido vivir 92 años.
No importa, a nosotros los viejos nadie nos quiere, aunque si tener bastante dinero no tener problemas. Pero si te pasa como a mi que no tengo donde caerme muerta, te meten en un asilo de ancianos. Disfruta todo el billete que le has robado al pueblo de Cuba y como dicen allá que te quiten lo bailao. Aunque mejor para ti, yo decir: “Que te quiten lo robao”
No hacer mucho caso a mi. Yo estar arteriosclerótica como tú. Los viejos somos muy impredecibles. Te vi en el último discurso, hablaste casi seis horas. Aguantas bastante, qué delicioso debes de ser en la cama.
Bueno, mi superman comunista, cuídate.
Sometimes, en sueños, yo te veo venir con una capa verde oliva volando y matando gente inocente. Eres lo más grande, Fidel. Qué viejo más cómico te has vuelto. Antes eras más serio y la gente te creía más, pero now te has vuelto un oldman irascible, y piensa nada más que en muerto. Yo paso por eso a diario. Es la vejez. Vemos fantasmas donde no los hay.
Cuídate tómate las pastillas y dile a tu brother Raúl que no beba más ron. Mejor güisqui, es bueno para la sangre.
Un beso bien baboso y cariñoso de tu admiradora, Clotilde Bronson.
Residencia de ancianos de Silicon Valey, USA. Habitación 69.